viernes, junio 06, 2008

Carné de Manipulador de Alimentos

O más mentiras de nuestro reino...


Es cierto, la ignorancia da la felicidad. No es que la dé sino que te produce una alegría inmensamente absurda que hace que te regodees en ella, retoces entre las sabanas de bacterias que nos rodean, que puedas abrir la boca y ¡no tengas miedo! es una lástima que no reconozcamos nuestra ignorancia en el momento preciso y así disfrutemos de tal felicidad como es debido.

Que si te pones pocho... es normal, ya te tocaba, si lo raro es que no caigamos todos fulminados con la que tenemos a nuestro al rededor. Que no es nada nuevo, pero menos mal que una no es hipocondríaca o al menos lo intenta.

Después del curso que di ayer, recordando aquellos viejos tiempos años ha cuando cursé aquella asignatura que me resultó realmente interesante pero de la cual, lamentablemente no recordaba nada hasta ayer "Alimentación y Salud", me da miedo abrir los ojos, mirar los bares, restaurantes, supermercados y todos aquellos lugares en los que se mueven esos bichitos tan majos que nos pueden matar, por cierto, ¡el Clostridium Botulinum es la caña!

Y ¿por qué hablo de mentiras de nuestro reino?

Todos aquellos que tratamos con alimentos estamos obligados a tener el Carné de Manipulador de Alimentos, haber pasado por ese cursillo tan interesante de 3 horas presenciales y leernos el Libro Mágico de Sanidad Elemental (me gusta llamarlo así) y recibir las nociones básicas de higiene y alimentación, que así como propuesta no está nada mal, pero claro, si a la hora de contratarte una empresa te exige dicho carné y tu no lo tienes, debes ir a hacertelo, pero aún así te contratará porque ya le has dicho "mañana mismo voy a hacermelo".

No hice ningún curso, me dieron un resguardo como que había comprado esa autorización que me responsabiliza de tratar con alimentos y matar a las personas por mi incompetencia y al día siguiente ya me encontraba trabajando. Una semana después, hago el curso, que de no saber estas normas básicas que nos mueven día a día ¡quién sabe la que podría liar con los yogures que muevo todos los días! la mar de interesante, o como diría el profe "¡pos ya la hemos liao!".

En fin, despues de este curso, que ¿por qué no? voy a decir que no tuve ningún fallo de 49 preguntas que había en los dos tests que hice, me veo igual de capacitada que antes de manipular alimentos, eso sí con un par de curiosidades que desconocia más y un carné en mis manos, si esque la cuestión es gastar.

Y debo volver a lo que siempre digo: estas cosas están en la educación...

¡Gracias Mamá!